terça-feira, 10 de janeiro de 2023

LA VENGANZA DEL DIOS VIVIENTE - CUARTA PARTE.


 

LA VENGANZA DEL DIOS VIVIENTE - CUARTA PARTE.

En la tercera parte de nuestra revelación: LA VENGANZA DEL DIOS VIVO, estábamos repasando el proceso histórico de cómo el Dios viviente usó a los patriarcas israelitas para llevarnos al fratricidio mundial actual; sembrando en los patriarcas la semilla de la discordia, la cual se extenderá de generación en generación, hasta que al final seremos conducidos a una guerra de nación contra nación, motivada por guerras idealizadas por el Dios vivo.

Ahora, en la cuarta parte de nuestra revelación: LA VENGANZA DEL DIOS VIVIENTE, continuamos con nuestra revelación desde la muerte de Abraham.

Con la muerte de Abraham, el Dios viviente comenzó a probar a Isaac, el hijo de Abraham.

¿Y por qué se eligió a Isaac para ser el bendito primogénito de Abraham, si quien realmente fue el primogénito fue Ismael?

Todo el tema está ligado a la semilla que dará origen a la persona de Jesucristo. Esta fue también la razón por la cual, em Gênesis 6:7,8, el Todopoderoso, tenía que mantener vivo a Noé, mientras toda esa humanidad se ahogaba en las aguas del diluvio.

Esta fue también la causa de por qué Abraham fue elegido a pesar de que naturalmente no podía tener hijos Gênesis 15:1-21. Así, Isaac es el hombre que contiene la simiente de Jesucristo, y por eso la historia bíblica pesa sobre este ser humano.

Por la misma razón, el hijo de Isaac, llamado Jacob, también recibirá la bendición de la primogenitura, en lugar de su hermano Isau, quien por ley natural era el primogénito.

Es de este Jacob, que luego se llamará Israel Gênesis 35:10, que surgirá el pueblo israelita, responsable de la simiente de Jesucristo y por eso se le llama pueblo santo.

Y en cierto modo, lo que le pasó a Abraham, le pasó a su hijo Isaac. Vea:

Habitó, pues, Isaac en Gerar.Y los hombres de aquel lugar le preguntaron acerca de su mujer; y él respondió: Es mi hermana; porque tuvo miedo de decir: Es mi mujer; por ventura, dijo , los varones del lugar me matarían por causa de Rebeca; porque era de hermoso aspecto. Gênesis 26:6,7;

Y entre tantas pruebas, Isaac aún fue engañado por su esposa, bendiciendo a su hijo Jacob, en lugar del primogénito Esaú.

Entonces Isaac su padre le dijo: ¿Quién eres tú? Y él dijo: Yo soy tu hijo, tu primogénito, Esaú. Entonces se estremeció Isaac con grande estremecimiento, y dijo: ¿Quién es el que vino aquí, que tomó caza, y me trajo, y comí de todo antes que vinieses? Yo le bendije, y será bendito. Gênesis 27:32,33;

Y tal como lo había hecho con Ismael e Isaac, una vez más el Dios viviente astutamente creó contienda entre los hermanos Esaú y Jacob y más tarde entre sus descendientes.

Después de Isaac, el Dios viviente procedió a probar a Jacob su hijo, quien se había quedado con la bendición de Esaú.

Y fueron dichas a Rebeca las palabras de Esaú su hijo mayor; y ella envió y llamó a Jacob su hijo menor, y le dijo: He aquí, Esaú tu hermano se consuela acerca de ti con la idea de matarte. Gênesis 27:42;

Jacob después de luchar contra un ángel se llama Israel.

Y se quedó Jacob solo, y luchó con él un varón, hasta que el alba subía. Y cuando el varón vio que no podía con él, tocó la palma de su anca, la palma del anca de Jacob se descoyuntó luchando con él. Y dijo: Déjame, que el alba sube. Y él dijo: No te dejaré, si no me bendices. Y él le dijo: ¿Cómo es tu nombre? Y él respondió: Jacob. Y él dijo: No se dirá más tu nombre Jacob, sino Israel; porque has peleado con Dios y con los hombres, y has vencido. Gênesis 32:24-28.

Y al final, Jacob es engañado por sus propios hijos, en el caso de José.

Y sucedió que , cuando llegó José a sus hermanos, ellos hicieron desnudar a José su ropa, la ropa de colores que tenía sobre sí; y le tomaron, y le echaron en la cisterna; mas la cisterna estaba vacía, no había en ella agua. Y se sentaron a comer pan; y alzando los ojos miraron, y he aquí una compañía de ismaelitas que venía de Galaad, y sus camellos traían aromas y bálsamo y mirra, e iban a llevarlo a Egipto. Entonces Judá dijo a sus hermanos: ¿Qué provecho el que matemos a nuestro hermano y encubramos su muerte? Venid, y vendámosle a los ismaelitas, y no sea nuestra mano sobre él; que nuestro hermano es nuestra carne. Y sus hermanos acordaron con él. Y cuando pasaban los madianitas mercaderes, sacaron ellos a José de la cisterna, y le trajeron arriba, y le vendieron a los ismaelitas por veinte piezas de plata. Y llevaron a José a Egipto. Y Rubén volvió a la cisterna, y no halló a José dentro, y rasgó sus vestidos. Y tornó a sus hermanos y dijo: El joven no parece; y yo, ¿adónde iré yo? Entonces tomaron ellos la ropa de José, y degollaron un cabrito de las cabras, y tiñieron la ropa con la sangre; y enviaron la ropa de colores y la trajeron a su padre, y dijeron: Esta hemos hallado, reconoce ahora si es o no la ropa de tu hijo. Y él la conoció, y dijo: La ropa de mi hijo es; alguna mala bestia le devoró; José ha sido despedazado. Entonces Jacob rasgó sus vestidos, y puso saco sobre sus lomos, y se enlutó por su hijo muchos días. Gênesis 37:23-34.

Como ya sabes, José sobrevivió y pasó a formar parte del gobierno de Egipto.

Después de probar a Jacob en todos los sentidos; con la muerte de Jacob, el Dios vivo comienza a probar a José, hijo de Jacob, quien llevó al pueblo de Israel a vivir y pasar toda clase de pruebas en Egipto durante cuatrocientos años, en obediencia al decreto del Dios vivo Gênesis 15:1-21.

Entonces dijo a Abram: Ten por cierto que tu simiente será peregrina en tierra no suya, y les servirán, y serán afligidos cuatrocientos años. Gênesis 15:13.

Después de este período, principalmente en pruebas, sufrimientos y dolores, el Dios vivo finalmente sacó al pueblo de Egipto, usando a Moisés, con toda clase de prodigios, hasta que finalmente mató al primogénito inocente de los egipcios:

Pues yo pasaré aquella noche por la tierra de Egipto, y heriré a todo primogénito en la tierra de Egipto, así en los hombres como en las bestias; y haré juicios en todos los dioses de Egipto. Yo soy el SEÑOR. Êxodo 12:12;

Horrenda cosa es caer en las manos del Dios viviente. Hebreus 10:31.

El Dios viviente ordenó a Moisés saquear a los egipcios, extorsionando oro y metales preciosos para llevarlos al desierto:

Pero yo extenderé mi mano, y heriré a Egipto con todas mis maravillas que haré en él, y entonces os dejará ir. Y yo daré a este pueblo gracia en los ojos de los egipcios, para que cuando os partiereis, no salgáis vacíos; sino que demandará cada mujer a su vecina y a su huéspeda vasos de plata, vasos de oro, y vestidos, los cuales pondréis sobre vuestros hijos y vuestras hijas, y despojaréis a Egipto. Êxodo 3:20-22;

Habla ahora al pueblo, y que cada uno demande a su vecino, y cada una a su vecina, vasos de plata y de oro. Êxodo 11:2.

En el desierto, el Dios viviente apartó a Moisés del pueblo durante cuarenta días.

Y entró Moisés en medio de la nube, y subió al monte; y estuvo Moisés en el monte cuarenta días y cuarenta noches. Êxodo 24:18.

Y me postré delante del SEÑOR cuarenta días y cuarenta noches, como estuve postrado antes; porque el SEÑOR dijo que os había de destruir. Deuteronômio 9:25;

Pensando que Moisés estaba muerto, el pueblo que usó el oro extorsionado a los egipcios cayó en la trampa del Dios vivo e hizo un becerro de oro para adorarlo.

Mas viendo el pueblo que Moisés tardaba en descender del monte, se juntó entonces a Aarón, y le dijeron: Levántate, haznos dioses que vayan delante de nosotros; porque a este Moisés, aquel varón que nos sacó de la tierra de Egipto, no sabemos qué le haya acontecido. Êxodo 32:1;

Y a causa del becerro de oro, el Dios viviente quería matar a todo el pueblo.

Ahora pues, déjame que se encienda mi furor en ellos, y los consuma; y a ti yo te pondré sobre gran gente. Êxodo 32:10;

Horrenda cosa es caer en las manos del Dios viviente. Hebreus 10:31.

Pero Moisés intercedió por el pueblo.

Entonces Moisés oró a la faz del SEÑOR su Dios, y dijo: ¡Oh SEÑOR! ¿Por qué se encenderá tu furor en tu pueblo, que tú sacaste de la tierra de Egipto con gran fortaleza, y con mano fuerte? ¿Por qué han de hablar los egipcios, diciendo: Para mal los sacó, para matarlos en los montes, y para raerlos de sobre la faz de la tierra? Vuélvete del furor de tu ira, y arrepiéntete del mal de tu pueblo. Êxodo 32:11,12;

El Dios viviente luego ordenó a Moisés que determinara la muerte de los culpables.

Y él les dijo: Así dijo el SEÑOR Dios de Israel: Poned cada uno su espada sobre su muslo; pasad y volved de puerta a puerta por el campamento, y matad cada uno a su hermano, y a su amigo, y a su pariente. Êxodo 32:27;

Horrenda cosa es caer en las manos del Dios viviente. Hebreus 10:31.

Y Moisés recibió de Dios Todopoderoso mandamientos escritos en dos tablas de piedra. Estos mandamientos eran determinaciones específicas y exclusivas para el pueblo israelita y determinaban que el pueblo israelita mataría a todos los pueblos de la tierra prometida y los demás pueblos lejanos, serían esclavizados o exterminados, si no estaban de acuerdo con los términos israelitas. Sin embargo, los escritores israelitas, temiendo la rebelión de otros seres humanos, crearon diez falsos mandamientos, predicaron la paz entre los seres humanos e hicieron de su Dios Todopoderoso un dios de paz.

Pero los mandamientos reales eran para matar a toda la gente en la tierra prometida, y los otros pueblos lejanos, debían ser esclavizados o exterminados Éxodo Êxodo 34:1-27.

Y estos fueron los términos reales que fueron registrados en las tablas de piedra de Moisés:

Cuando te acercares a una ciudad para combatirla, le intimarás la paz. Y será que, si te respondiere: Paz, y te abriere, todo el pueblo que en ella fuere hallado te serán tributarios, y te servirán. Mas si no hiciere paz contigo, y emprendiere contigo guerra, y la cercares,y el SEÑOR tu Dios la entregare en tu mano, entonces herirás a todo varón suyo a filo de espada.
Solamente las mujeres y los niños, y los animales, y todo lo que hubiere en la ciudad, todos sus despojos, tomarás para ti; y comerás del despojo de tus enemigos, los cuales el SEÑOR tu Dios te entregó. Así harás a todas las ciudades que estuvieren muy lejos de ti, que no fueren de las ciudades de estos gentiles.
Solamente de las ciudades de estos pueblos que el SEÑOR tu Dios te da por heredad, ninguna persona dejarás con vida;
del todo los destruirás: al heteo, y al amorreo, y al cananeo, y al ferezeo, y al heveo, y al jebuseo, como el SEÑOR tu Dios te ha mandado; Deuteronômio 20:10-17;

Y así Josué, el sucesor de Moisés, buscó cumplir religiosamente con las determinaciones de las tablas de piedra de Moisés.

Yo os he entregado, como lo había dicho a Moisés, todo lugar que pisare la planta de vuestro pie. Josué 1:3;

Hirió pues Josué toda la región de las montañas, y del mediodía, y de los llanos, y de las cuestas, con todos sus reyes, sin quedar nada; todo lo que tenía vida mató, de la manera que el SEÑOR Dios de Israel lo había mandado Josué 10:40;

Pues la palabra del SEÑOR les será, mandamiento tras mandamiento, mandamiento tras mandamiento; renglón tras renglón, renglón tras renglón, un poquito allí, otro poquito allá; que vayan y caigan de espaldas, y se desmenucen, y se enreden, y sean presos. Isaías 28:13;

Pero sabemos que todo lo que la ley dice, a los que están en la ley lo dice, para que toda boca se tape, y que todo el mundo se sujete a Dios; porque por las obras de la ley ninguna carne se justificará delante de él; porque por la ley es el conocimiento del pecado. Romanos 3:19,20.

¿Luego la ley es contra las promesas de Dios? En ninguna manera; porque si alguna ley dada pudiera vivificar, la justicia fuera verdaderamente por la ley. Mas encerró la Escritura todo bajo pecado, para que la promesa fuese dada a los creyentes por la fe de Jesús, el Cristo. Pero antes que viniese la fe, estábamos guardados bajo la ley, encerrados para aquella fe que había de ser descubierta. De manera que la ley fue ayo nuestro para llevarnos a Cristo, para que fuésemos justificados por la fe. Mas venida la fe, ya no estamos bajo la mano del ayo; Gálatas 3:21-25.

Así que ahora, ninguna condenación hay para los que están en el Ungido, Jesús, que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu. Porque la ley del Espíritu de vida en el Ungido, Jesús, me ha librado de la ley del pecado y de la muerte. Porque lo que era imposible a la ley, por cuanto era débil por la carne, Dios enviando a su Hijo en semejanza de carne de pecado, y por el pecado, condenó al pecado en la carne; para que la justicia de la ley fuese cumplida en nosotros, que no andamos conforme a la carne, sino conforme al Espíritu.
Porque los que son conforme a la carne, las cosas que son de la carne saben; mas los que conforme al Espíritu, las cosas que son del Espíritu. Porque la prudencia de la carne es muerte; mas la prudencia del Espíritu, vida y paz; por cuanto la prudencia de la carne es enemistad contra Dios; porque no se sujeta a la ley de Dios, ni tampoco puede. Así que, los que son carnales no pueden agradar a Dios. Mas vosotros no sois en la carne, sino en el Espíritu, por cuanto el Espíritu de Dios mora en vosotros. Y si alguno no tiene el Espíritu del Cristo, el tal no es de él. Pero si el Cristo está en vosotros, el cuerpo a la verdad es muerto a causa del pecado; mas el espíritu vive a causa de la justicia. Romanos 8:1-10.

Habiendo purificado vuestras almas en la obediencia de la verdad, por el Espíritu, en caridad hermanable sin fingimiento, amaos unos a otros entrañablemente de corazón puro, 1 Pedro 1:22;

El fin del mandamiento es la caridad nacida de corazón limpio, y de buena conciencia, y de fe no fingida; 1 Timóteo 1:5;

El cual aun nos hizo que fuésemos ministros suficientes del Nuevo Testamento, no de la letra, sino del Espíritu; porque la letra mata, mas el Espíritu vivifica. 2 Coríntios 3:6;

Por tanto, los que están con el Espíritu de Cristo guardan naturalmente los mandamientos. No los mandamientos de asesinato del Dios vivo, sino los mandamientos de misericordia, de perdón y de vida, que proceden del testimonio del amor de Dios Padre, vivido por Jesucristo.

Más adelante en nuestra revelación, explicaremos por qué el Dios viviente desea demostrar que todo lo que él, el Dios viviente, está haciendo en la vida de los israelitas es en realidad una injusticia. Al leer esta revelación, comprenderéis que el Dios vivo está haciendo de sus acciones hacia el pueblo de Israel una parábola, que pretende acusar a Dios Padre, revelado por Jesucristo, de ser injusto con él y sus criaturas; así como el Dios vivo es injusto con su creación.

Entonces, cuando juzgamos al Dios vivo, por sus acciones, Él, el Dios vivo, pasa ese juicio en forma de acusación a Dios Padre. Porque en este Drama vivido por los israelitas, él, el Dios vivo, hace el papel de Dios Padre.

Y así como los israelitas son dañados en Sus manos; asimismo, él, el Dios vivo, afirma haber sido agraviado por Dios Padre.

Sin embargo, aprenderéis del Espíritu Santo de la Verdad, que la astucia del Dios vivo cae por tierra, ante la misericordia y el amor de Dios Padre.

Moisés estuvo con el Dios viviente durante cuarenta días y cuarenta noches y escribió en tablas de piedra las palabras del pacto, los mandamientos.

Y él estuvo allí con el SEÑOR cuarenta días y cuarenta noches; no comió pan, ni bebió agua; y escribió en tablas las palabras del pacto, los diez mandamientos. Êxodo 34:28.

Estos mandamientos eran exclusivamente para el pueblo de Israel y para nadie más.

Los mandamientos que nos fueron transmitidos y que sirven a toda la humanidad es una composición hecha de los verdaderos mandamientos del Dios viviente, en las tablas de piedra de Moisés, que eran sólo para el pueblo de Israel Êxodo 34:1-27Deuteronômio 20:10-17.

Por tanto no matarás, no era parte de las órdenes del Dios viviente, sobre las tablas de piedra, al contrario, la determinación era que debían matar a todos los pueblos de la tierra prometida; y los demás pueblos del mundo, debían ser esclavizados o, si no estaban de acuerdo, debían ser exterminados. Lo cual confirma: Deuteronômio 20:10-17Josué 10:40:

Hirió pues Josué toda la región de las montañas, y del mediodía, y de los llanos, y de las cuestas, con todos sus reyes, sin quedar nada; todo lo que tenía vida mató, de la manera que el SEÑOR Dios de Israel lo había mandado. Josué 10:40.

Por lo tanto, sabemos que el Dios viviente fue quien dio los mandamientos a Moisés y fue un pacto hecho únicamente con el pueblo de Israel. Porque el resto del pueblo sería esclavizado o exterminado Deuteronômio 20:10-17.

También sabemos que los mandamientos eran una trampa, así como el árbol del bien y del mal, porque, así como cuando probamos el fruto del árbol del bien y del mal, fuimos condenados a muerte; De la misma manera, los israelitas por no cumplir y hasta camuflar las verdaderas determinaciones que les fueron determinadas, y sólo para ellos, haciendo de lo que era sólo para ellos, una ley universal; trajeron sobre sí todas las maldiciones previstas por el Dios viviente, en caso de que no cumplieran el pacto. Ver: Deuteronômio 28:15-68.

Todos los seres humanos no israelitas, considerados de pura etnicidad, deben sus libertades y sus vidas a la resistencia del pueblo israelí a cumplir la orden del Dios vivo, que todos los seres humanos en la tierra prometida serían exterminados y todos los demás los no israelíes serían esclavizados o exterminados. Deuteronômio 20:10-17. Y debido a esta correcta resistencia, como testificó Jesucristo, hasta el día de hoy el pueblo israelita está bajo maldición Deuteronômio 28:15-68Levítico 26:14-46.

Pues la palabra del SEÑOR les será, mandamiento tras mandamiento, mandamiento tras mandamiento; renglón tras renglón, renglón tras renglón, un poquito allí, otro poquito allá; que vayan y caigan de espaldas, y se desmenucen, y se enreden, y sean presos. Isaías 28:13.

Cristo nos redimió de la maldición de la ley, hecho por nosotros maldición; (porque está escrito: Maldito cualquiera que es colgado en un madero), Gálatas 3:13;

Porque la ley del Espíritu de vida en el Ungido, Jesús, me ha librado de la ley del pecado y de la muerte. Romanos 8:2;

Veamos entonces cómo era la ley del pecado y de la muerte, que el Dios vivo pasó a Moisés:

Las primeras tablas de piedra fueron rotas por Moisés:

Y aconteció, que cuando llegó él al campamento, y vio el becerro y las danzas, el furor se le encendió a Moisés, y arrojó las tablas de sus manos, y las quebró al pie del monte. Êxodo 32:19.

Fue determinado por el Dios viviente que se tallaran otras dos tablas de piedra, y se escribieran en ellas los mismos mandamientos que estaban presentes en la primera. Así que veamos:

Y el SEÑOR dijo a Moisés: Alísate dos tablas de piedra como las primeras, y yo escribiré sobre esas tablas las palabras que estaban en las tablas primeras que quebraste. Êxodo 34:1;

Prepárate, pues, para mañana, y sube por la mañana al monte de Sinaí, y preséntate ante mí sobre la cumbre del monte.
Y no suba hombre contigo, ni aparezca alguno en todo el monte; ni ovejas ni bueyes pazcan delante del monte. Êxodo 34:2,3;

Entonces el Dios vivo hizo el siguiente pacto con los israelitas, y el dedo del Dios vivo escribió en las tablas de piedra de Moisés:

Y él dijo: He aquí, yo hago pacto delante de todo tu pueblo: haré maravillas que no han sido hechas en toda la tierra, ni en nación alguna; y verá todo el pueblo en medio del cual estás tú, la obra del SEÑOR; porque ha de ser cosa terrible la que yo haré contigo. Êxodo 34:10;

Preste mucha atención a las palabras del Dios viviente y sus ojos se abrirán y entonces verá que si Jesús no hubiera venido a nuestro rescate, todos los israelitas y no israelitas habrían muerto en la guerra fratricida para entonces. Y ahora, en nuestro tiempo, si no nos aferramos al testimonio del amor de Dios Padre, vivido a través de Jesucristo; El Dios vivente regresará y ejecutará su venganza, y todos reviviremos el fratricidio mundial, que ya estaba planeado en ese momento.

Así que olvida lo que los escribas y fariseos nos dijeron acerca de los diez mandamientos, porque inocentemente buscaron ocultar los verdaderos mandamientos del Dios vivo. Pero ahora, abre tus ojos y mira lo que está escrito, verdaderamente, en las tablas de la ley, que fueron dadas por el Dios viviente a Moisés:

Guarda lo que yo te mando hoy; he aquí que yo echo de delante de tu presencia al amorreo, y al cananeo, y al heteo, y al ferezeo, y al heveo, y al jebuseo. Êxodo 34:11;

En lugar de este texto de Êxodo 34:11, que ha sido disfrazado, léase el verdadero orden determinado por el dedo del Dios vivo, en las tablas de piedra de Moisés, ver:

Solamente de las ciudades de estos pueblos que el SEÑOR tu Dios te da por heredad, ninguna persona dejarás con vida;
del todo los destruirás: al heteo, y al amorreo, y al cananeo, y al ferezeo, y al heveo, y al jebuseo, como el SEÑOR tu Dios te ha mandado; Deuteronômio 20:16,17.

La orden recibida del Dios viviente fue que el pueblo de Israel exterminara a todas aquellas personas mencionadas en Deuteronômio 20:16,17.

No tuvo nada que ver con la expulsión, sino con la eliminación. Y este fue el primer mandamiento que recibieron los israelitas en las tablas de piedra:

Solamente de las ciudades de estos pueblos que el SEÑOR tu Dios te da por heredad, ninguna persona dejarás con vida;
del todo los destruirás: al heteo, y al amorreo, y al cananeo, y al ferezeo, y al heveo, y al jebuseo, como el SEÑOR tu Dios te ha mandado; Deuteronômio 20:16,17.

Siguiendo este primer mandamiento, se determinó que los pueblos que no fueran sus vecinos debían ser esclavizados, o asesinados si no se sometían a la esclavitud:

Guárdate que no hagas alianza con los moradores de la tierra donde has de entrar, para que no sean por tropezadero en medio de ti; mas derribaréis sus altares, y quebraréis sus imágenes, y talaréis sus bosques; porque no te inclinarás a dios ajeno; que el SEÑOR, cuyo nombre es Celoso, Dios celoso es.
Por tanto no harás alianza con los moradores de aquella tierra; porque fornicarán en pos de sus dioses, y sacrificarán a sus dioses, y te llamarán, y comerás de sus sacrificios. O tomando de sus hijas para tus hijos, y fornicando sus hijas en pos de sus dioses, harán también fornicar a tus hijos en pos de los dioses de ellas. Êxodo 34:12-16;

Aquí, también, el escritor trató de camuflar el verdadero orden divino, que de hecho era el siguiente:

Cuando te acercares a una ciudad para combatirla, le intimarás la paz. Y será que , si te respondiere: Paz, y te abriere, todo el pueblo que en ella fuere hallado te serán tributarios, y te servirán. Mas si no hiciere paz contigo, y emprendiere contigo guerra, y la cercares, y el SEÑOR tu Dios la entregare en tu mano, entonces herirás a todo varón suyo a filo de espada.
Solamente las mujeres y los niños, y los animales, y todo lo que hubiere en la ciudad, todos sus despojos, tomarás para ti; y comerás del despojo de tus enemigos, los cuales el SEÑOR tu Dios te entregó. Así harás a todas las ciudades que estuvieren muy lejos de ti, que no fueren de las ciudades de estos gentiles.
Solamente de las ciudades de estos pueblos que el SEÑOR tu Dios te da por heredad, ninguna persona dejarás con vida; Deuteronômio 20:10-16.

El lector entendió. El primer mandamiento de la Ley del Dios Vivo era matar a todos los pueblos vecinos y esclavizar a los demás pueblos o matarlos si no se sometían.

Si tienes dudas, lee el libro de Josué y verás que los israelitas procuraron guardar estos mandamientos al pie de la letra. Vea:

Hirió pues Josué toda la región de las montañas, y del mediodía, y de los llanos, y de las cuestas, con todos sus reyes, sin quedar nada; todo lo que tenía vida mató, de la manera que el SEÑOR Dios de Israel lo había mandado. Josué 10:40.

El segundo mandamiento de la Ley del Dios Vivo para los israelitas era una firme determinación del racismo, que de ninguna manera podían mezclarse con otros pueblos.

Guárdate que no hagas alianza con los moradores de la tierra donde has de entrar, para que no sean por tropezadero en medio de ti;mas derribaréis sus altares, y quebraréis sus imágenes, y talaréis sus bosques; porque no te inclinarás a dios ajeno; que el SEÑOR, cuyo nombre es Celoso, Dios celoso es.
Por tanto no harás alianza con los moradores de aquella tierra; porque fornicarán en pos de sus dioses, y sacrificarán a sus dioses, y te llamarán, y comerás de sus sacrificios. O tomando de sus hijas para tus hijos, y fornicando sus hijas en pos de sus dioses, harán también fornicar a tus hijos en pos de los dioses de ellas. Êxodo 34:12-16;

Es decir, los israelitas jamás podrían casarse con seres humanos de otras naciones; quienes iban a ser esclavizados y, si no sometidos, asesinados.

Por tanto, velad mucho por vuestras almas, que améis al SEÑOR vuestro Dios. Porque si os apartaréis, y os allegaréis a lo que resta de aquellos gentiles que han quedado con vosotros, y si concertaréis con ellos matrimonios, y entrareis a ellas, y ellas a vosotros; sabed que el SEÑOR vuestro Dios no echará más estos gentiles delante de vosotros; antes os serán por lazo, y por tropiezo, y por azote para vuestros costados, y por espinas para vuestros ojos, hasta tanto que perezcáis de esta buena tierra que el SEÑOR vuestro Dios os ha dado. Josué 23:11-13.

Posteriormente, Nehemías descubrirá las verdaderas palabras escritas en las tablas de piedra de Moisés y hará que el pueblo de Israel cumpla, entre otros, este segundo mandamiento, que el Dios vivo transmitió a los israelitas, pero que los israelitas, además de no cumplir , distorsionó los mandamientos. , usando a otros, que sirvieron a toda la humanidad.

Y reñí con ellos, y los maldije, y herí a algunos de ellos, y les arranqué los cabellos, y los juramenté, diciendo: No daréis vuestras hijas a sus hijos, y no tomaréis de sus hijas para vuestros hijos, o para vosotros. Neemias 13:25.

El tercer mandamiento del Dios viviente a los israelitas fue:

No harás dioses de fundición para ti. Êxodo 34:17;

Y los otros mandamientos que fueron grabados en las tablas de piedra hechas por Moisés fueron:

La fiesta de los ázimos guardarás: siete días comerás pan sin levadura, según te he mandado, en el tiempo del mes de Abib; porque en el mes de Abib saliste de Egipto. Todo lo que abre matriz, mío es; y de tu ganado todo primerizo de vaca o de oveja que fuere macho. Pero redimirás con cordero el primerizo del asno; y si no lo redimieres, le has de cortar la cabeza. Redimirás todo primogénito de tus hijos, y no serán vistos vacíos delante de mí. Êxodo 34:18-20;

Y además:

Seis días obrarás, mas en el séptimo día cesarás; cesarás aun en la arada y en la siega. Y te harás la fiesta de las semanas a los principios de la siega del trigo; y la fiesta de la cosecha a la vuelta del año. Tres veces en el año será visto todo varón tuyo delante del Señoreador DIOS, El Dios de Israel. Porque yo arrojaré los gentiles de tu presencia, y ensancharé tu término; y ninguno codiciará tu tierra, cuando tú subieres para ser visto delante del SEÑOR tu Dios tres veces en el año. No ofrecerás sobre leudo la sangre de mi sacrificio; ni quedará de la noche para la mañana el sacrificio de la fiesta de la pascua. El principio de los primeros frutos de tu tierra meterás en la Casa del SEÑOR tu Dios. No cocerás el cabrito en la leche de su madre. Y el SEÑOR dijo a Moisés: Escribe tú estas palabras; porque conforme a estas palabras he hecho el pacto contigo y con Israel. Êxodo 34:21-27.

Así que este fue el pacto que el Dios viviente hizo con los israelitas. Y sólo con los israelitas. Los diez mandamientos que nos ha dado la religión es una composición resumida, con el propósito de ocultar la verdadera misión que el Dios vivo asignó a los israelitas.

Mas sea vuestro hablar: Sí, sí; no, no; porque lo que es más de esto, de mal procede. Mateus 5:37;

O haced el árbol bueno, y su fruto bueno, o haced el árbol podrido, y su fruto podrido; porque por el fruto es conocido el árbol. Mateus 12:33;

Por lo tanto, si lees el capítulo cinco del Evangelio de Mateo, verás que Jesús no solo eliminó lo que en realidad estaba escrito en las tablas de la ley de Moisés, sino que también mostró y probó con su testimonio que Dios, el Padre Celestial, determina lo contrario de Dios vivo. Entonces, donde el Dios vivo manda matar para dominar. Jesucristo dice lo contrario, que debemos morir para que realmente podamos vivir para siempre:

Oísteis que fue dicho: Ojo por ojo, y diente por diente. Mas yo os digo: No resistáis con mal; antes a cualquiera que te hiriere en tu mejilla diestra, vuélvele también la otra; y al que quisiere ponerte a pleito y tomarte tu ropa, déjale también la capa; y a cualquiera que te cargare por una milla, ve con él dos.
Al que te pidiere, dale; y al que quisiere tomar de ti prestado, no se lo rehuses. Oísteis que fue dicho: Amarás a tu prójimo, y aborrecerás a tu enemigo. Mas yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os calumnian y os persiguen;
para que seáis hijos de vuestro Padre que está en los cielos Mateus 5:38-45.

Y así, Jesús expuso los males, asesinatos y mentiras del Dios vivo, mostrando con su testimonio el camino y la persona del Padre Celestial. Por tanto, después de que Jesús fue testigo del amor de Dios Padre, sólo le restaba al Dios viviente ser el padre de la mentira, mentiroso y homicida desde el principio, el Diablo.

Así que, no los temáis; porque nada hay encubierto, que no haya de ser manifestado; ni oculto, que no haya de saberse.
Lo que os digo en tinieblas, decidlo en luz; y lo que oís al oído, predicadlo desde los terrados. Y no temáis a los que matan el cuerpo, mas al alma no pueden matar; temed antes a aquel que puede destruir el alma y el cuerpo en el quemadero. ¿No se venden dos pajarillos por un cuarto? Con todo, ni uno de ellos cae a tierra sin vuestro Padre. Pues aun vuestros cabellos están todos contados. Mateus 10:26-30.

Si hasta los cabellos de nuestra cabeza están contados y nada sucede sin la voluntad del Dios vivo, entendemos perfectamente bien la declaración categórica del Dios vivo, que sólo Él tiene la culpa del sufrimiento, del dolor y de la muerte.

Ved ahora que yo, yo soy, y no hay dioses conmigo; yo hago morir, y yo hago vivir; yo hiero, y yo curo; y no hay quien pueda librar de mi mano. Deuteronômio 32:39.

Esto quiere decir que todo lo que ha pasado, pasa o pasará es parte del proyecto del Dios vivo. Todo fue planeado por él. Y al Dios vivo le corresponderá poner fin a su obra. Incluso porque, su obra ya está condenada por el testimonio del amor de Dios Padre, según Jesucristo.

Por lo cual, teniendo los lomos de vuestro entendimiento ceñidos con templanza, esperad perfectamente en la gracia que os es presentada cuando Jesús, el Cristo, os es manifestado, 1 Pedro 1:13;

¿Quién acusará a los escogidos de Dios? Dios es el que los justifica. ¿Quién es el que los condenará? El Ungido, Jesús, es el que murió; más aun, el que también resucitó, quien además está a la diestra de Dios, el que también demanda por nosotros.
¿Quién nos apartará de la caridad del Cristo? ¿tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o cuchillo? (Como está escrito: Por causa de ti somos muertos todo el tiempo; somos estimados como ovejas de matadero.)
Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por aquel que nos amó. Por lo cual estoy cierto que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo bajo, ni ninguna criatura nos podrá apartar de la caridad de Dios, que es en el Ungido, Jesús, Señor nuestro. Romanos 8:33-39.

El Espíritu Santo de la Verdad, el Espíritu Santo de Jesucristo, claramente nos está revelando estas verdades, porque ha llegado el tiempo de la venganza del Dios vivo, y todo lo que sucedió en ese tiempo, cuando el Dios vivo mostró su rostro, fue solo una demostración irrisoria, comparada con lo que ahora, en este tiempo, le hará a la humanidad:

He aquí, yo vengo como ladrón: Bienaventurado el que vela, y guarda sus vestiduras, para que no ande desnudo, y vean su fealdad. Apocalipse 16:15;

Pero el día del Señor vendrá como ladrón en la noche; en el cual los cielos pasarán con grande estruendo, y los elementos ardiendo, serán deshechos, y la tierra y las obras que en ella están, serán quemadas. 2 Pedro 3:10;

El ladrón no viene sino para hurtar, y matar, y destruir las ovejas ; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia. João 10:10;

Porque el día de la venganza está en mi corazón; y el año de mis redimidos es venido. Isaías 63:4;

Porque será día de venganza del SEÑOR, año de pagamentos en el pleito de Sion. Isaías 34:8;

Mas ese día será al SEÑOR Dios de los ejércitos día de venganza, para vengarse de sus enemigos; y la espada devorará y se saciará, y se embriagará de la sangre de ellos; porque matanza será al SEÑOR, Dios de los ejércitos, en tierra del aquilón junto al río Eufrates. Jeremias 46:10.

Esta venganza no es sólo contra los gentiles, sino contra todos, judíos y gentiles, justos e injustos, y no cesará, hasta que haya exterminado la vida en el planeta Tierra y el planeta mismo sea destruido y arrojado al lago solar:

Y dirás a la tierra de Israel: Así dijo el SEÑOR: He aquí, que yo estoy contra ti, y sacaré mi cuchillo de su vaina, y talaré de ti al justo y al impío. Y por cuanto talaré de ti al justo y al impío, por tanto, mi cuchillo saldrá de su vaina contra toda carne, desde el mediodía hasta el aquilón: y sabrá toda carne que yo, el SEÑOR, saqué mi cuchillo de su vaina; no lo envainaré más. Ezequiel 21:3-5;

Destruiré del todo todas las cosas de sobre la faz de la tierra, dice el SEÑOR. Destruiré los hombres y las bestias; destruiré las aves del cielo, y los peces del mar, y los impíos tropezarán; y talaré a los hombres de sobre la faz de la tierra, dice el SEÑOR. Sofonias 1:1-3;

Se quebrantará del todo la tierra, enteramente desmenuzada será la tierra, en gran manera será la tierra conmovida.
Temblará la tierra vacilando como un borracho; y será removida como una choza; y se agravará sobre ella su pecado, y caerá, y nunca más se levantará. Isaías 24:19,20;

Horrenda cosa es caer en las manos del Dios viviente. Hebreus 10:31;

¡Ay de los que desean el día del SEÑOR! ¿Para qué queréis este día del SEÑOR? Será de tinieblas, y no de luz; como el que huye de delante del león, y se topa con el oso; o si entrare en casa y arrimare su mano a la pared, y le muerda la culebra. Amós 5:18,19;

Día de ira aquel día, día de angustia y de aprieto, día de alboroto y de asolamiento, día de tiniebla y de oscuridad, día de nublado y de entenebrecimiento, Sofonias 1:15.

Por tanto, la venganza del Dios viviente es tiempo de indignación, de tribulación, de angustia, tiempo de conmoción, desolación, tinieblas, nubarrones y densas tinieblas.

Así que ahora pasaremos a nuestra quinta parte de la revelación: LA VENGANZA DEL DIOS VIVIENTE.

En la quinta parte de nuestra revelación, quedará claro que el diseño del Dios vivo para llevarnos a la autodestrucción es un proceso extremadamente calculado y ejecutado, utilizando el sufrimiento, el dolor y la muerte de los israelitas para demostrar el fin de nuestra humanidad.

LA VENGANZA DEL DIOS VIVIENTE - QUINTA PARTE



 

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